Un armario desordenado nos afecta emocionalmente más de lo que creemos: nos estresa ver las prendas amontonadas caóticamente unas con otras. Sin darnos cuenta ese desorden nos resta tiempo, energía y dinero diariamente, así que vale la pena invertir un poquito de nuestro tiempo a ordenar y hacer limpieza. De este modo te será más fácil crear nuevos looks ya que verás fácilmente todo aquello que puedes ponerte.
Lo ideal es que con cada cambio de armario se sigan estos puntos, aproximadamente cada 6 meses:
- Vacía todo lo que contenía en el armario encima de una manta, mantel o plástico grande tendido en el suelo.
- Limpia el polvo de rincones, cajones, cantos, y cavidades de tu armario.
- Separa entre las cosas de las que quieres deshacerte y las que quieres conservar.
- De entre las que decidas quedarte, puedes lavarlas para asegurarte que quedan como nuevas. Si tienes algunas prendas que están arrugadas, plánchalas y dóblalas correctamente.
- Sustituye las perchas más anchas por aquellas que sean finas, que ocuparán poco espacio y te permitirán colgar más de una prenda si lo deseas (ten en cuenta que eso dificultará tu visibilidad de las prendas colgadas).
- Hazte con algunos ganchos que podrás situar en rincones muertos del armario y serán útiles para colgar, por ejemplo, los cinturones o los collares.
- Usa los cajones para la ropa que apenas abulte, la que sea más fina o delicada, o incluso para algunos accesorios, como fulares.
- Dedica un cajón de compartimentos a tus bolsos y cinturones. Ordénalos de tal forma que no se mezclen entre ellos.
- Resérvate un cajón para las camisetas y en vez de doblarlas las unas encima de las otras, enróllalas sobre ellas mismas. Ahorrarás espacio y visualmente te será más fácil.
¡Ahora sólo tienes que disfrutar de la vista ordenada y bonita del interior de tu armario!
Si visitas nuestros post verás trucos para mantener los colores vivos en la ropa, para cuidar bien de ella o trucos para conservarla bien. No esperes más y échale un vistazo.